En un pueblo abandonado que ahora se ha recuperado para el ecoturismo, esta iniciativa ofrece varios acechos fotográficos, cursos y talleres de fotografía, y una casa de turismo rural (Casa Felip). Los acechos están vinculados a un carrizo y permiten obtener imágenes espectaculares del quebrantahuesos, el águila real y otras aves carroñeras.