Os aconsejamos que aprovechéis los servicios que os ofrecen las agencias de viaje, empresas, entidades y guías profesionales que conocen a fondo el territorios y disfrutar de unas experiencias de observación de aves memorables.
© Delta Birding Festival
Esta entidad gestiona la Reserva Natural de Sebes i Meandre de Flix, y ofrece una visita guiada para adentrarse en este impresionante bosque de ribera del río Ebro y pasear por su interior. En el ámbito de la ornitología, destacan experiencias como la introducción al anillamiento científico de aves o la construcción de cajas nido.
Enamorado de la fauna salvaje, este guía intérprete del Parque Natural de L’Alt Pirineu y del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici ofrece salidas guiadas para observar las grandes rapaces del macizo de Boumort y también cursos de iniciación para aprender a identificar las aves de montaña.
Este carrizo de rapaces ubicado en Tartareu cuenta con dos observatorios (acechos) equipados e integrados en el entorno, desde los que se pueden observar de cerca y fotografiar las principales especies de carroñeras. El carrizo tiene la finalidad de proteger, fomentar y aprovechar la fauna salvaje, así como de preservar sus ecosistemas.
Aquest projecte, liderat per l’associació dels Espais Naturals de Ponent, pretén convertir antigues cabanes i aixoplucs de pedra seca en observatoris de fauna, sobretot ocells. Fins al moment s’han rehabilitat amb vies espia dos aguaits, un a Castellserà i l’altre a Preixana. Una manera de preservar el patrimoni cultural a partir del turisme ornitològic.
La montaña de Alinyà es la finca privada más grande de Cataluña. Pertenece a la Fundación Catalunya La Pedrera y ofrece actividades gestionadas por la empresa Aubèrria. Destacan “Comiendo con buitres”, para ver cómo se alimentan estos carroñeros, y “Guarda por un día”, para tenerlos más cerca. También disponen de un acecho fotográfico.
Desde Rutes Muntanya se ofrecen visitas de medio día para observar aves en los parajes más emblemáticos del delta del Ebro. La actividad recorre el laberinto de caminos del Delta, y mientras se buscan aves se descubren lugares que pasan desapercibidos al visitante esporádico: coheteras, desagües, estaciones de bombeo, filtros naturales, artes de pesca…