Caracterizada por su relieve accidentado, con barrancos encajados y riscales de vértigo, y por un paisaje mediterráneo salvaje, la sierra de Llaberia constituye un conjunto orográfico complejo, poco frecuentado y remoto. Esta tranquilidad hace que la sierra sea una importante zona de cría de aves rupícolas de gran interés. Además, sus grutas, cuevas, simas y puentes naturales (creados por fenómenos cársticos) son elementos geológicos de gran singularidad.