Las dos grandes cordilleras del Cadí y el Moixeró forman una impresionante barrera montañosa, punto de unión entre el Prepirineo y los Pirineos. Esta situación estratégica se traduce en una notable biodiversidad, con más de 130 especies de aves observables de forma regular. Las que más atraen la atención son las asociadas a los bosques y a la alta montaña y una de ellas es el protagonista del logotipo del Parque Natural. Desde el pequeño pueblo de Estana un itinerario a pie —de una belleza extraordinaria— sube al prado de Cadí y permite disfrutar de buenas observaciones de aves.