Al oeste de Balaguer, capital de La Noguera, se erige una alineación de pequeñas colinas (sierra Llarga) que actúa de frontera entre la depresión central y el Prepirineo, y que destaca por la presencia de un sustrato yesífero. Un paisaje en mosaico de matorrales, tomillares y prados secos que se combinan con los cultivos de secano, casi omnipresentes en el sector sur del espacio. Este entorno es un buen hábitat para las aves esteparias, con algunas especies de notable interés que mantienen aquí las poblaciones más importantes de toda Cataluña.